Mas, oh amados, no ignoréis esto: Que para con el Señor un día es como mil años y mil años como un día. Él Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pero el dia del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasaran con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra, y las obras que en ellas hay serán quemadas.
Puesto que todas estas cosas han de ser desechas, como no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurandoos para la venida del dia de Dios.
2pedro 3:7-12
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