diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viviendo de continuo me agote la paciencia.
Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos,que claman a él día y noche? Se tardará en responderles?
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el hijo del hombre. Hallará fe en la tierra?
- San Lucas 18: 1-8
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